Tres variedades de dim sum que deberías conocer
El dimsum son esos pequeños bocados perfectos para empezar una comida, que se suelen comer mojándolos antes en una sabrosa salsa con base de soja y vinagre macerados en ajo y jengibre. Aunque aquí los tomemos como aperitivo, en Cantón -de donde son originarios- suelen servirse con el té, entre la primera hora de la mañana y las primeras de la tarde. Normalmente constan de una masa, que puede ser de arroz, trigo o tapioca, rellena de carnes, marisco, verdura y hasta fruta. Hoy te presentamos tres versiones que deberías conocer y puedes pedir en tu próxima visita a La Olla de Sichuan by Grupo Lee.
Guo Tie
Una de las empanadillas más populares, rellena de carne de cerdo, cebolleta y col china, todo bien especiado y envuelto en una capa de masa casera (no hay que confundirlos con el wonton, de masa más fina y normalmente industrial). Su sabor es sorprendente, y su textura muy tierna: pueden tomarse al vapor, a la plancha, fritos o en sopa, una opción deliciosa en los meses más fríos. Son un plato básico en cualquier celebración china, y sobre todo no pueden faltar en el Año Nuevo.
Shao Mai
Los Shao Mai, también conocidos como tamborcillos por la similitud de su forma con la del instrumento musical, pueden rellenarse con diferentes tipos de masas. Desde la clásica de cerdo, solo o mezclado con marisco hasta las versiones más delicadas con langostinos y pescado. La masa con la que se rodea -que no encierra, ya que está abierto por encima- este dim sum es bastante más fina que la del Guo Tie, ya que en este caso sí se usa la misma masa que para el wonton.
Shao Mai de langostinos con masa de tapioca
Aunque compartan nombre con la categoría anterior, no se parecen demasiado (excepto en que ambos son dim sum, eso sí). Estos Shao Mai sí se sirven cerrados, al estilo del Guo Tie, pero se diferencian de este en la masa que les envuelve, que en este caso es de harina de tapioca. La tapioca es un derivado de la yuca -no un cereal, como mucha gente cree- que confiere a las masas una textura muy particular. El relleno es fino y de sabor delicado, ya que prácticamente es a base de langostinos y un poco de brote de bambú, con un suave sazón que respete el sabor del marisco.